Intercambio de visitas

El calcio y el cancer

                                         

El calcio es un mineral dietético  que lo  encontramos en la leche, el yogur, el queso y las verduras de color verde oscuro. También se encuentra en ciertos granos, como ser sésamo, legumbres, frijoles, lentejas, maní y nueces.
El calcio es un componente principal de huesos y dientes.  También es necesario para la coagulación de la sangre para detener las hemorragias y para la función normal de los nervios, de los músculos y del corazón.
El calcio es un componente importante de una dieta saludable; sin embargo, el consumo recomendado depende de la edad del individuo. El consumo más alto que se recomienda es para los niños y los adolescentes de 9 a 18 años de edad, cuando los huesos están creciendo con rapidez.

EdadRecomendaciones  (mg/día)
0-6 meses210 mg
7-12 meses270 mg
1-3 años500 mg
4-8 años800 mg
9-18 años1300 mg
19-50 años1000 mg
51 años y más1200 mg



                                                    

El consumo de demasiado calcio en la dieta y en complementos dietéticos puede provocar efectos secundarios no deseados.
Una encuesta echa por el Departamento de Agricultura en los Estados unidos entre 1994 a 1996  indicó que los consumos promedio diarios de calcio en los Estados Unidos para hombres y mujeres mayores de 9 años eran de 925 mg y de 657 mg, respectivamente, o menos del consumo recomendado. 
El calcio se encuentra en muchos alimentos. Los alimentos ricos en calcio son los productos lácteos, las verduras de color verde oscuro, algunos productos de soya, el pescado, las nueces y legumbres. La tabla a continuación muestra cuánto calcio contienen algunos alimentos comunes.
Cantidades de calcio en algunos alimentos comunes

Alimento, (Cantidad normal)Calcio (mg)
Yogur 345
Queso mozzarella, 1,5 onzas311
Leche sin grasa, 1 taza306
Sardinas 325
Tofu, , ½ taza253
Espinacas ½ taza146
Sésamo por 100 gs975 






Los complementos de calcio contienen  carbonato de calcio o citrato de calcio, los cuales son sales de calcio. A veces, los complementos contienen ambos compuestos. El carbonato de calcio y el citrato de calcio contienen distintas cantidades de calcio elemental, que es la cantidad real de calcio utilizable en un complemento. Específicamente, el carbonato de calcio tiene cerca de 40% de calcio elemental; es decir, 500 mg de carbonato de calcio contienen en realidad 200 mg de calcio elemental o un valor porcentual diario de 20. Por el contrario, el citrato de calcio tiene aproximadamente 21% de calcio elemental. Por lo tanto, se requiere casi el doble de citrato de calcio para obtener la cantidad equivalente de calcio elemental que en el carbonato de calcio. Es posible que los complementos de calcio contengan también otras sales de calcio, pero el cuerpo puede no utilizar el calcio de esos componentes.  Como con las etiquetas de los alimentos, se deberá poner atención a las etiquetas de Datos de Nutrición en un complemento para determinar cuánto calcio contiene.
Para la mayoría de las personas, no hay ningún peligro en comer alimentos que contienen calcio y en tomar complementos de calcio, siempre y cuando no se exceda el límite máximo de consumo tolerable de 2,5 gramos al día. Este límite máximo de consumo de calcio en adultos es el límite más alto que probablemente no representará un riesgo de causar efectos secundarios no deseados. El límite máximo de 2,5 gramos al día es una recomendación promedio para toda la gente sana que tiene más de un año, sin importar el sexo.Pero lo ideal es consumirlo en una dieta natural y equilibrada.
Consumir demasiado calcio, más de 5 gramos al día, o 3 gramos al día en personas con problemas renales, puede causar varios efectos secundarios perjudiciales. Muchos de estos efectos secundarios son el resultado de consumir demasiados complementos de calcio. Los efectos secundarios perjudiciales poco comunes por exceso de calcio son los cálculos renales, la hipercalcemia (demasiado calcio en la sangre) y la insuficiencia renal. Además, el consumo excesivo de leche (la cual tiene un contenido alto de calcio) y algunos tipos de antiácidos, especialmente los que contienen carbonato de calcio o bicarbonato de soda, pueden causar a largo plazo el síndrome de leche y alcalinos, un estado que también puede causar depósitos de calcio en los riñones  y en otros tejidos así como insuficiencia renal
Los resultados de estudios epidemiológicos sobre la relación entre el consumo de calcio y el riesgo de cáncer colorrectal no siempre han sido congruentes.
En el Arican Cancer Society’s, se analizaron la dieta, el historial médico y el estilo de vida de más de 120 000 hombres y mujeres. Los hombres y las mujeres que tuvieron el consumo más alto de calcio tanto por su dieta como por su uso de complementos tuvieron un riesgo modestamente reducido de cáncer colorrectal en comparación con quienes tuvieron consumos más bajos.  Sin embargo, los beneficios del calcio parecieron que se estancaron en un consumo de aproximadamente 1200 mg al día.  Cuando se analizó el calcio de la dieta por separado, no se encontró una reducción del riesgo de cáncer colorrectal. Sin embargo, el uso de complementos de calcio en cualquier cantidad estuvo asociado con un riesgo menor. Esta asociación fue más fuerte (una reducción del riesgo de 31%) entre las personas que tomaron complementos de calcio de 500 mg o más al día.
Se identificó una relación más significativa entre el consumo de calcio y el riesgo de cáncer colorrectal cuando los participantes del Nurses’ Health Study y del Health Professionals Follow-up Study se combinaron en un análisis que incluyó a más de 135 000 hombres y mujeres. Las personas que tuvieron un consumo de calcio de más de 700 mg al día tenían un riesgo reducido de 35 a 45% de padecer cáncer de la parte inferior del colon que las personas que consumieron 500 mg o menos de calcio al día. No se encontró una asociación entre el consumo de calcio y el riesgo de cáncer de la parte central y superior del colon. Otro estudio a gran escala de hombres finlandeses mostró una relación semejante entre el alto consumo de calcio y la reducción del riesgo de cáncer colorrectal.
Los resultados de algunos estudios sugieren que el alto consumo de calcio puede disminuir el riesgo de padecer uno o varios tipos de cáncer, mientras que otros estudios sugieren que un alto consumo de calcio puede en realidad aumentar el riesgo de cáncer de próstata.
En un estudio aleatorizado en el cual participaron casi 1200 mujeres posmenopáusicas en buen estado de salud de Nebraska, las cuales fueron asignadas aleatoriamente a recibir solo complementos diarios de calcio (300 a 600 mg de calcio elemental); complementos de calcio (300 a 600 mg de calcio elemental) junto con complementos de vitamina D (1000 UI) o un placebo durante 4 años. La incidencia de todos los tipos de cáncer combinados fue aproximadamente 60% más baja en mujeres que tomaron el calcio más el complemento de vitamina D que en mujeres que tomaron el placebo. También se vio un riesgo reducido de todos los tipos de cáncer combinados entre las mujeres que tomaron solo los complementos de calcio, pero este hallazgo no fue significativo estadísticamente. Los números de cada tipo de cáncer que fue diagnosticado durante el estudio fueron demasiado bajos para poder llegar a una conclusión confiable acerca de los efectos protectores específicos al cáncer.
Los resultados de algunos, aunque no todos, de los estudios sugieren que el alto consumo de calcio puede aumentar el riesgo de cáncer de próstata.  Por ejemplo, el estudio European Prospective Investigation into Cancer and Nutrition analizó el consumo de alimentos que provienen de animales (carne, carne de ave, pescado, productos lácteos, etc.), proteína y calcio en relación con el riesgo de cáncer de próstata en más de 142 000 hombres y encontró que un alto consumo de proteína o de calcio de productos lácteos estaba asociado con un mayor riesgo de cáncer de próstata. El calcio proveniente de fuentes no lácteas, sin embargo, no fue asociado con un riesgo mayor.  Además, un análisis perspectivo de productos lácteos y el consumo de calcio en más de 29 000 hombres que participaron en el estudio Prostate, Lung, Colorrectal and Ovarian Cancer Screening Trola, PLCO, del Instituto Nacional del Cáncer mostró mayores riesgos de cáncer de próstata asociados con el alto consumo de calcio en la dieta y productos lácteos, en particular productos lácteos con bajo contenido de grasa. El calcio de  complementos no estuvo asociado con un mayor riesgo de cáncer de próstata. Por el contrario, los resultados mostraron que el mayor riesgo de padecer cáncer de próstata no está relacionado con el consumo total de calcio, calcio dietético o calcio complemental.
Otros estudios han sugerido que el consumo de leche baja en grasa, de lactosa y de calcio que proviene de productos lácteos puede reducir el riesgo de cáncer de ovarios, pero esta reducción del riesgo no se ha encontrado en todos los estudios.
Un análisis en el que participaron más de 3000 mujeres concluyó que el consumo mayor de calcio (más de 800 mg al día) proveniente de productos lácteos, en particular la leche sin grasa o baja en grasa, el yogur y el queso, en comparación con un consumo bajo de calcio (200 mg o menos al día) proveniente de productos lácteos fue asociado con un riesgo reducido de cáncer de seno en mujeres premenopáusicas, pero no en las mujeres posmenopáusicas.  El calcio proveniente de fuentes no lácteas no fue asociado con una reducción del riesgo. Otro análisis en el que participaron más de 30 000 mujeres concluyó que hubo un riesgo menor de cáncer de seno asociado con el alto consumo de calcio (1366 mg al día o más) en comparación con el bajo consumo de calcio (menos de 617 mg al día) en mujeres premenopáusicas pero no en mujeres posmenopáusicas.  En este estudio, no se asociaron con una reducción del riesgo los consumos más altos contra los consumos más bajos de calcio de la dieta, de los complementos y de los productos lácteos totales.
Aunque no se conoce el mecanismo exacto por el que el calcio puede ayudar a reducir el riesgo de cáncer colorrectal, los investigadores saben que, a nivel bioquímico, el calcio se une a los ácidos biliares y grasos en el tubo gastrointestinal para crear complejos insolubles conocidos como jabones de calcio.  Esto reduce la capacidad de los ácidos (o sus metabolitos) para dañar las células que revisten el colon y estimular la proliferación celular para reparar el daño.  El calcio puede también actuar directamente para reducir la proliferación celular en el revestimiento del colon o causar que las células del colon que se están multiplicando sufran diferenciación, lo cual, a su vez, produce una reducción de la proliferación celular. El calcio puede también mejorar la señalación entre las células y causar que las células cancerosas se diferencien o mueran.
El calcio se absorbe de forma pasiva (no se requiere energía celular) en los intestinos al difundirse por los espacios entre las células.  Se absorbe también de forma activa (se requiere energía celular) por las células intestinales al unirse a una proteína de transporte conocida como calbindina. La producción de calbindina depende de la vitamina D.
Aunque hay muchas pruebas que sugieren que el calcio puede proveer cierta protección contra el cáncercolorrectal, las pruebas científicas de los beneficios potenciales de complementos de calcio son limitadas e incongruentes. Por lo tanto, el Instituto Nacional del Cáncer no recomienda el uso de complementos de calcio para reducir el riesgo de cáncer colorrectal o de cualquier otro tipo de cáncer.  

comer y vivir mejor