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Reglas durante las comidas

Es muy común aprovechar la hora de la comida para resolver ciertos problemas económicos, sociales, familliares, etc. En ese lapso deberemos procurar poner atención en concentrarnos en el acto de comer. El acto de comer se reduce a una masticación lenta y esmerada. Ese es el primer paso para una buena digestión,  se deberá tener en cuenta la calidad, cantidad y temperatura de nuestro alimento, así como la tranquilidad del ambiente, la serenidad, disposición de ánimo, etc. Tenemos que tener presente que no se debe comer sino se tiene hambre. Los animales en ese sentido nos dan el ejemplo. Las masticación deberá ser lenta, cuidadosa y, por sobre todo, ensalibar el alimento. Cada bocado deberá ser masticado hasta que tome una consistencia pastosa. Los cereales integrales están encerrados en una envoltura celulósica, por lo tanto, la masticación debe ser más minuciosa para poder romper esa capa dura, de lo contrario nuestro sistema digestivo no podrá extraer todos los elementos necesarios para la nutrición y si la masticación no es suficiente, se podrán producir fermentaciones estomacales. La digestión comienza en la boca, los alimentos, cuando están bien triturados, se mezclan con la saliva que contiene un fermento (Ptialina), cuando tenemos el alimento ya medio trasformado en la boca, son facilmente atacados por los fermentos de los jugos gástricos e intestinales, y liberan las sustancia nutritivas para el organismo. Si debido a una mala dentadura no se puede masticar bien, habrá que recurrir al dentista, con el fin de arreglarla, o bien reducir los alimentos a purés, picarlos, molerlos, rallarlos, o licuarlos, pero nunca ingerirlos sin masticar. Los alimentos deberán ser sólidos o semisólidos. El exceso de licuado hace que pasen directamente al estómago provocando mala digestión. No es conveniente beber durante las comidas, porque el jugo gástrico se diluye y no actúa efizcamente. Otro factor a tener en cuenta es la cantidad de alimento que se ingiere. Es conveniente levantarse de la mesa con una ligera sensación de un poco de hambre, pues el exceso de comida provoca mala digestión, dolor de cabeza, pesadez, eructos, pesadillas, insomnio, etc, y conduce a la aparición de algunas enfermedades del aparato digestivo: diabetes, obesidad, etc. No se deberá ingerir los alimentos ni muy fríos ni muy calientes, tanto uno como el otro provocan dispepsias que a la larga podrán derivar en graves enfermedades. Otros de los malos hábitos es de comer con prisa, se aconseja ejercitar la voluntad y no hablar ni leer durante las comidas. La lectura hace que la sangre fluya a la cabeza dejando al estómago en inferioridad de condiciones para realizar su trabajo. Procurar que el ambiente donde se come sea agradable, una mesa bien arreglada con un mantel de colores alegres son cosas que no cuestan mucho dinero, pero lo más importante es la armonía familiar, nada de discusión, quejas, malas noticias, etc. En la mesa deberá reinar la alegría y el optimismo. Una conversación agradable y amena así como una buena música, todo ésto ayuda a la buena digestión. Es muy frecuente escuchar a personas que, a raíz de algún disgusto, la comida les haya caído mal. la armonía y la buena masticación nos darán una mejor calidad de vida. Y nos alejarán del médico.



comer y vivir mejor