Alrededor del 90 % de la población no consume el calcio nesesario, en especial los jóvenes, ya sea por rebeldía o impulsados por el marketin, lo cierto es que en la edad que se debería acopiar la mayor cantidad de calcio, los adolescentes hacen lo contrario. Entre los jóvenes de entre 12/20años es donde se registra la mayor carencia nutricional. El consumo de calcio recomendado es de 1 gm diario.
El déficit de calcio no tiene manifestaciones visibles. Según hallazcos internacionales, el calcio y la vitamina D son nutrientes que están íntimamente relacionados, son esenciales para la salud del esqueleto, y estos juegan un rol protónico en la perención de la hipertensión arterial, de las enfermedades autoinmunes y hasta ayuda a reducir el peso corporal. Según los cánones, un niño de entre 4 y 8 años tiene una recomendación de mil miligramos de calcio por día, un adolescente de entre 9 y 18, mil trescientos miligramos y, un adulto de entre a 19 a 50 años, mil miligramos, a partir de los 51 años, en las mujeres aumenta a mil doscientos miligramos siempre diarios. El momento de mayor asimilación de calcio es en la infancia y la adolescencia, porque es el mayor momento de crecimiento óseo. Tantos los varones como las mujeres en la infancia, requieren similares cantidades diarias de calcio, pero éste mineral se deposita diferente: en el hombre se endurece el periostío de los huesos (capa externa que se hace más dura y resistente) y, en las mujeres, crece un poco más el interior del mismo (hueso trabecular), es la fracción que asegura que se pueda movilizar con más facilidad en momentos como ser un embarazo y la lactancia, y poder satisfacer las necesidades del bebé en gestación.El máximo de masa ósea, se alcanza al rededor de los veinte años, de ahí en más comienza una disminución que se acentúa con la menopausia. Por eso, es imprescindible una buena prevención de masa ósea durante la infancia y la adolescencia. Los seres humanos nacemos con veinticinco gramos de calcio y, en la adultez, con, al rededor, de un kilo. La diferencia se adquiere con una dieta rica en calcio. Las mujeres pierden al rededor de 35% del esqueleto con menopausia. El calcio es un nutriente fundamental, su concentración en plasma no puede variar de un 30% Si los niveles descienden los debe extraer de las reservas óseas.
Fuentes de calcio: lácteos, leche, yogur, etc. No lácteos: brócolis, sésamo, almendras, sardinas, verduras, cítricos, trigo, huevos.
La socia del calcio es la vitamina D (el principal aporte es el sol). Esta vitamina es la encargada de regular el paso del calcio a los huesos, facilita la absorción y disminuye la excreción. El aporte de la vitamina D es es un 90% sintetizada en la piel, a través del sol y el resto 10% por los alimentos. Estudios realizados determinaron una gran carencia de ésta vitamina, especialmente en los adultos mayores y muy en especial en los meses de invierno. Este nutriente es imprescindible no sólo para la salud ósea, también para la regulación de la respuesta inmonológica de la presión arterial y la secreción de la insulina. En los adultos mayores la disminución puede llegar hasta un 70%, otro grupo de riesgo son los recién nacidos y embarazadas. Este déficit es importante en todas las regiones. La conclusión es que, teniendo huesos más sólidos nos protegen de fracturas en la infancia y de osteoporosis en edad avanzada.
