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El problema de los abscesos

El absceso es una acumulación  de pus es una cavidad entre los tejido orgánicos o en un órgano con cavidades como ser el hígado, los pulmones, etc. No se debe restar importancia jamás, porque a veces puede manifestarse como consecuencia de alguna enfermedad. Puede ser grave e insospechada. Los abscesos se manifiestan de 2 maneras (agudo o caliente, y crónico o frío). El primero es generalmente el resultado de una infección de la piel que es provocada por agentes  patogénicos, es decir, (bacterias), seguida por una hinchazón dura y localizada, con dolores y hasta fiebre. El segundo. generalmente es indoloro y produce fiebre, es proveniente de inflamaciones óseas o de los ganglios linfáticos, generalmente, de origen tuberculoso. Con mayor frecuencias aparece entre las costillas, en la región de la pelvis o en la ingle. Los fríos deben ser tratados siempre por el médico, que por medio de un examen de laboratorio determinará su causa. los calientes, la consulta a una especialmente se debe hacer si el pus no se sale rápidamente o si existe el riesgo de que pueden reventar dentro del cuerpo, causando daños serios al organismo.


Pus de absceso inflamatorio: Leucocitos rodeados por las cadenas de estreptococo piógeno, de las cuales algunas se encuentran englobadas en su protoplasma.


Aquí se puede ver algunos de los muchos tipos de manifestación de abscesos.
                                                                     

Medidas preventivas : Como medida preventiva contra la aparición constante de abscesos, abra que seguir una dieta que incluya alimentos crudos y copos de avena (avena en general). Si se sigue algún tratamiento, eliminar todo tipo de carnes, leche y huevos. También abra que tomar levadura de cerveza, durante las principales comidas.

Una alimentación que esta basada en productos naturales es el verdadero camino y el mas seguro para prevenir la aparición de abscesos.
                                                       

Hidroterapia
Si los abscesos se están tratando por medio de compresas o cataplasmas fitoterapeutas, es muy aconsejable los baños de agua salada entre las aplicaciones, hasta que ocurra la supuración.Después es suficiente un lavado con agua tibia, además se puede hacer compresas locales con agua caliente.

Cromoterapia: 
para combatir las infecciones son muy útiles los rayos azules, estos proporcionan equilibrio y quietud. Éstos rayos alivian los dolores causados por el absceso. La luz azul debe enfocarse en el centro de la inflamación por pequeños períodos de tiempo. El color plateado se mentaliza muy rápido y se consigue así la caracterización. Las características del rayo azul son frío astringente, antiséptico, hace bajar la fiebre y desinflama, es un antídoto del rayo rojo.
                     
Climatoterapia :

Para prevenir los abscesos y reforzar las defensas naturales del organismo, se deben hacer a través de la acción del sol, de la luz y del aire libre. Para que un absceso ya abierto, se recomienda exponerlo al sol, el primer día solamente 5 minutos, aumentando ese tiempo los días siguientes, hasta llegar a un máximo de 30 ms, (solamente entre las 9 y 10,30 de la mañana o entre las 15,30 hasta la puesta del sol. Fuera de esos horarios se pueden presentar radiaciones contraproducentes.   
                                  
Tierras y barro
Se producen resultados satisfactorios cuando al absceso se le hace la cura por medio de arcilla. 
Lavaje con arcilla: limpiar el absceso con agua arcillosa y bien salada, espolvorear el absceso con arcilla verde, bien fina y cubrirlo con una gasa. (se la consigue en casas especializadas)
Agua de arcilla: diluir media cucharita de arcilla en medio vaso de agua mineral, prepararla por la noche y debe descansar hasta el día siguiente. Tomarlo por la mañana en ayunas y repetir la dosis cada dos semanas. Ésto es contraindicado para personas que sufren de fatiga, hernia y para personas con una alimentación en exceso grasosa.

                                                                                                             
Cataplasma: Preparar la cataplasma mezclando arcilla con agua de saúco, dejarla expuesta al sol por alrededor de 8 horas. Extender la pasta sobre un lienzo no sintético, doblarlo hasta obtener un espesor de 2 centímetros y el doble de tamaño a cubrir. Revestirlo con un plástico y conservarlo tapado con una venda sobre el absceso por aproximadamente una hora. Renovarlo hasta que el pus desaparezca.

                                                       
Aromaterapia
Hay muchos aceites esenciales, prescriptos por la aromaterapia, para el tratamiento de absceso, entre ellos:
Espliego: con propiedades antisépticas, cicatrizantes y antiinflamatorias, recomendadas para el uso en aplicaciones locales diarias.
Dosificación: una gota de esencia por vez, pura o diluida.
Zanahoria: Calma la irritación y el dolor y mejora la evolución de los abscesos. Lavar con esencia pura o diluida de dos a tres veces al día


                                                                   

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Fitoterapia
En los abscesos calientes, deberán ser ablandados para que puedan supurar, se aplicarán las siguientes cataplasmas y compresas:
Alecrín: hervir un ramito de alecrín en medio litro de agua hasta quedar reducido el líquido a la mitad. Una vez tibio, filtrarlo, tomar varias gasas dobladas y mojadas con el líquido.

                                                          
Altea: sobre el absceso aplicar un pedazo de raíz de altea (malvavisco) renovando varias veces.


Ruda: con hojas verdes de ruda preparar una cataplasma sobre el absceso y cubrir con gasa.
                                                                          
Hinojo: hervir en un poco de agua,un puñado de hojas de hinojo hasta que el líquido de evapore, aplicar en caliente sobre la región infectada.
                                                                            

Orégano: en una copa de vino tinto cocer 10 gramos de flores y hojas de orégano, usar el vino para frotamientos y lavajes. Las flores y hojas cocidas aplicarlas sobre el absceso. Repetir dos veces al día.
                                                               

Col: sacar de las hojas la nervadura principal, lavarlas suavemente, colocarlas en un recipiente con jugo de limón, escurrirlas un poco y aplicar sobre el absceso cubriéndolo totalmente hasta lograr que se baje unos dos centímetros. Y después tomar las hojas humedecidas con limón, colocándolas sobre el absceso, cubrir la cataplasma y mantenerla unas tres horas, repetir hasta que el pus haya salido totalmente. Se pueden hacer  lavajes con preparados de tisana, de bardana y cardo-santo.

                                                                  
Repollos: machacar una hoja de repollo cruda, colocar sobre el absceso, envolver con una venda y dejar toda la noche.

                                                           
Perejil: tomar un puñado de hojas de perejil con su tallo, cortarlos y aplastarlos con una cucharada de vinagre. Se colocará la mezcla sobre el absceso y envolverlo con un lienzo. Renovar la compresa dos o tres veces al día.


Dieta:

Para que aparezcan en el cuerpo abscesos, el individuo tiene que haber transformado su cuerpo en un tubo de ensayo con alimentos nutritivos tóxicos que favorecen el cultivo de agentes patogénicos. Entonces, el tratamiento a seguir es suprimir todos los alimentos que acidifican la sangre : fritos, azúcar, dulces, gaseosas, bebidas alcohólicas y proteínas de origen animal de cualquier especie. Seguir un tratamiento complementario a la dieta.
1- Compresa caliente de jengibre, seguida de.
2- Cataplasma caliente de ñame o patata o de cará.
3- Cataplasma de hojas de LLanten o Dokudami, cuando los abscesos no son  tan profundos, chamuscar las hojas frescas, levemente con la  llama de una hornalla, aplicar localmente, cambiando 1 o 2 veces al día,  hasta su curación.
La dieta debe comprender básicamente, arroz  y legumbres integrales, verduras, algas hervidas, como aderezo se puede usar aceite de ajónjoli (de vez en cuando), sal en adecuadas dosis, miso (pasta de soya), shoyu (salsa de soja) con fermentación natural sin colorantes o dulcificantes. Tomar té verde sin azúcar después de cada comida. Eliminar totalmente las bebidas alcohólicas, gaseosas, dulces y productos refinados y químicos. Consumir frutas, sandía, melón, fresas, etc.
Esta dieta no se debe prolongar más de un mes sin consultar a su médico.
Los alimentos deberán ser preferentemente: arroz integral, sarraceno y otros cereales integrales. Masticar muy bien los alimentos, aprovechar el agua en que fueron hervidas. Comer pequeñas porciones de vegetales como cebolla, zanahorias, diente de león y perejil.
La proporción debe ser 70% de cereales y 30% de vegetales. Para una desintoxicación completa, se puede optar por uno o dos días de ayuno total (solamente líquidos). 

                                                                                       

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