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La expectativa de vida

La expectativa de vida se aproxima a los 100 años, todos vamos a vivir más. En sólo 40 años la expectativa  aumentó 20 años promedio a la vida cuando para agregar los 20 años anteriores se necesitaron 3000 años. El mundo se está llenando de centenarios, hay países donde hay un 80% más que 10 años atrás. Hoy la expectativa de vivir 90 años no es de los monjes Tibetanos con una vida austera, sino los jóvenes de alrededor de 30 años habitantes de las grandes ciudades, pero para llevar una vida feliz y con calidad de vida, hay que llevar una vida con proyectos, encarar cosas nuevas, además de tener vida social a pleno, leer, nunca dejar la actividad física, no pensar en morirse en el camino, no llegar a viejo y pensar querer volver para atrás. Hay que disfrutar de lo que se tiene y saber que siempre, en la vida, hay más. La vejez no debe ser un tema de los mayores, por el contrario debe ser una preocupación de los jóvenes, porque el tipo de vejez que tendremos va a depender, exclusivamente, de la vida que hagamos en nuestra juventud. También influyen factores socio-económicos, ya que vamos a estar un tiempo largo para envejecer, tendremos que llevarlo de manera saludable. No hay que quedarse sólo con la medicina que conocemos, porque hay estudios de imágenes o de laboratorio que nos dicen que no tenemos nada, pero las dolencias están ahí, y se instalan en nosotros y, a través de los años, minan el envejecimiento, dolores crónicos, jaquecas, que las pastillas no alivian. A la medicina tradicional habrá que agregarle, por ejemplo, acupuntura, el uso de hierbas medicinales, ventosas, masajes, ejercicio físico y respiratorio, meditación. Estas prácticas son parte de la medicina tradicional china, que vale la pena explorar. Lo que más acelera el envejecimiento y el organismo del ser humano, en su totalidad, es el distress, eso determina la forma de relacionarnos con el mundo y su falta de adaptación general en el 98% de las enfermedades. Las personas no enferman por tomar frío, sino por no adaptarse a él y, esto, le genera un factor de estres. Esto provoca un exceso de radicales libres que aumentan el deterioro celular. Esto vale también para la parte emocional y alimenticia.
Establecer amistades nuevas se tenga la edad que se tenga con alguien del sexo opuesto, eso puede ser un buen mimo para la autoestima y una manera de revitalizar sentimientos, que a veces se perdieron o se quedaron dormidos. La sexualidad no debe ser un patrimonio solo de los jóvenes, la sexualidad no solo abarca el acto sexual. En la sexualidad hay distintos aspectos de la personalidad, como la autoestima, la relación con la pareja, el cuidado del propio cuerpo y el del otro, el respeto, los distintos gustos, los permisos y las exigencias, a través de los años hay cambios dados por la edad, pero aceptándolos se puede seguir disfrutando y amando el cuerpo.
Con el paso de los años, los achaques se empiezan a sentir, la sangre no fluye de la misma manera por las arterias, todo es mas difícil de mantener, pero debemos ver el paso del tiempo como una posibilidad de madurar y no de envejecer, debemos hacernos mas sabios y capitalizar todo lo aprendido durante los años y ponerlo en practica. Hay algunas pautas que pueden ayudarnos a envejecer, cuidar la alimentación, reducir los azucares, las harinas blancas, las grasas, moderar las carnes y aumentar los cereales, legumbres, frutas y verduras, hacer actividad física, caminar por lo menos dos veces por semana, tener control de los desbordes emocionales, aprender a lidiar con el estres, el desafío es poder vivir en esta sociedad, con sus reglas, pero sin comprar sus ideales. La idea es poder descubrir la forma de ser feliz y pensar de no tener lo que la publicidad nos trata de convencer de lo que debemos tener. Retomar la espiritualidad, que no necesariamente va de la mano de las religiones, tener sentido de la belleza como tal y no juzgar a las personas por su apariencia, lograr entender que las situaciones y las personas no tienen que adaptarse a nuestro gusto sino al revés. En definitiva no luchar para querer cambiar el mundo sino cambiarnos a nosotros mismos.
Los antiguos chinos, se referían con alcanzar el TAO, en lugar de querer esforzarnos por modificar el camino, adaptarnos y caminarlo placidamente. En el decálogo del vitaleño (longevidad con vitalidad) allí están entre otras conductas: no al aislamiento, saber que se puede aprender cosas nuevas, romper la creencia de que el viejo tiene que estar tranquilo, acceder a la espiritualidad, cambiar el gesto adusto, trascender las limitaciones, los dolores y los impedimentos, y ejercitar la sexualidad.








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comer y vivir mejor