Perdidas auditivas irreversibles

El ruido es perjudicial para nuestra salud auditiva, pero no son los ruidos ambientales los que nos causan los mayores problemas auditivos. Los factores principales que ponen en riesgo la salud auditiva son los reproductores portátiles de música escuchados a un volumen alto, los ruidos de maquinarias de construcción, de fábricas que conviven algunos trabajadores. Si bien existe un dato estadístico, la susceptibilidad al ruido es única y personal. Lo importante es conocer los indicios de que algo está mal y que puede dañar nuestra salud auditiva y que cada uno es responsable de cuidar el futuro laboral y social, si nuestra audición se deteriora irreversiblemente, los sonidos muy altos pueden provocar fisuras en diversas partes del oído, como así dañar células del interior que con el tiempo afectará la capacidad para escuchar. Al volumen de los recitales y los lugares bailables, se suma los reproductores portátiles como I-pod y MP3, entre otros, que son escuchados con un volumen más alto al recomendado. Se debe tener en cuenta la diferencia de presión sonora que percibe el oído desde el parlante y la que se puede recibir directamente dentro del conducto auditivo, con el auricular de estos equipos. El riesgo mayor con estos reproductores es porque su sonido no distorsiona a niveles altos, por eso el usuario no baja el volumen. La exposición prolongada a sonidos fuertes, puede dar lugar a pérdidas de audición temporales o permanentes  tener zumbidos en los oídos, sensación de abombamiento y hasta mareos y aún efectos de memoria de lectura y el aprendizaje en los niños. Si estos aparatos son usados en la calle o en ambientes ruidosos, los auriculares no bloquean los sonidos del exterior, estos ruidos actúan como estímulos (no deseados) para subir el volumen para así poder escuchar la música sobre el ruido alcanzando a niveles muy altos y poner en riesgo nuestra salud auditiva. Algunos de estos reproductores pueden alcanzar niveles de 120 a 130 db SPL, superando el límite recomendado por la OMS (organización Mundial de la Salud), para reducir al máximo el riesgo, asegurarse de que los niveles del sonido del reproductor no supere el 60% de su potencia.